Convocada la IX edición del Premio Ciencias de la Salud Fundación Caja Rural de Granada



El presidente de Fundación Caja Rural de Granada, Antonio León ha presentado la  XI edición del Premio Ciencias de la Salud Fundación Caja Rural, destacando la clara apuesta de la Entidad por la investigación y por el desarrollo del Parque Tecnológico, como dinamizadores de la economía provincial.
El  certamen consta como en años anteriores de dos modalidades: Investigacióndotada con un premio de 20.000 € en metálico y Divulgación premiada con 6.000€.  Los trabajos podrán presentarse hasta las 14 horas del día 10 de abril de 2015.
El delegado provincial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta, Higinio Almagro, destacó la trayectoria de estos once años del premio, como reivindicación de la investigación y los investigadores para mejorar la calidad de vida y aportar soluciones a los problemas de salud de los ciudadanos.
El vicerrector del PTS, Ignacio Molina, agradeció a Caja Rural el estímulo que supone el mantenimiento de este premio en momentos tan devastadores para la Ciencia como los actuales, demostrando, con mucha diferencia, una mayor sensibilidad hacia la investigación respecto a otras instituciones. Molina calificó el premio como uno de los más importantes y respetados en el ámbito científico que durante los últimos años ha reconocido el trabajo de investigadores emergentes convertidos hoy en líderes absolutos de la Ciencia en España.
El gerente del PTS, Jesús Quero, agradeció a Caja Rural el compromiso y apoyo al Parque como lo demuestran estos premios, Quero destacó las cifras de cierre del ejercicio 2014 para el PTS, con más de 81 empresas instaladas, inversión superior a los 600 millones de euros en infraestructuras y equipamientos y 2117 puestos de trabajo en actividades propias del parque, De esos empleos el 49% se dedica a investigación y desarrollo y más de mil son de nueva creación y de cualificación media alta.
El acto de presentación contó también con la presencia del presidente del Colegio de Farmacéuticos Manuel Fuentes y José Caballero del Colegio de Médicos, como  instituciones colaboradoras del premio.
CARACTERÍSTICAS
El Premio Salud, como en ediciones anteriores consta de dos modalidades:
       Modalidad de INVESTIGACIÓN. Dotado con 20.000€. Premiará el trabajo de investigación original e inédito que a juicio del jurado tenga la máxima calidad entre los presentados.
       Modalidad de DIVULGACIÓN. Dotado con 6.000€. Premiará el programa audiovisual o impreso que se haya distinguido por la divulgación en calidad y cantidad de contenidos en ciencias de la salud sobre la temática del certamen.
La temática de estos premios coincide con las líneas prioritarias de investigación del Parque Tecnológico de Ciencias de la Salud, que son las siguientes:
  • Medicina regenerativa y terapia génica
  • Oncología molecular y genómica del cáncer
  • Genómica, proteómica y farmacogenómica
  • Inmunología e inmunopatología
  • Parasitología molecular
  • Neurociencias
  • Nutrición, nutrigenómica y endocrionológía molecular
  • Biotecnología y nuevas dianas terapéuticas
  • Patologías cardiovasculares
Para la adjudicación de los premios se tendrá en cuenta la adecuación de la metodología empleada en el trabajo de investigación, calidad de los resultados, originalidad de los trabajos, aplicabilidad de las experiencias y adecuación de las necesidades actuales en el área investigada, calidad del trabajo, exposición y facilidad para su interpretación.  
Podrán presentarse a este concurso personas físicas o equipos de investigación que estén en posesión de titulación superior. Los trabajos deberán presentarse a doble espacio en formato A-4 y en una extensión máxima de 60 páginas.
Los trabajos participantes tendrán que remitirse a la secretaría de Fundación Parque Tecnológico de la Salud, Avenida del Conocimiento S/N 18016 Granada, indicando claramente que participan en el X Premio Ciencias de la Salud.
El jurado del premio en la modalidad de investigación estará compuesto por seis especialistas representantes de las instituciones organizadoras y colaboradoras: Fundación Caja Rural de Granada, Fundación Parque Tecnológico de la Salud, Colegio de Médicos de Granada, Colegio de Farmacéuticos de Granada, Universidad de Granada y Junta de Andalucía.
En la modalidad de divulgación el jurado está compuesto por cuatro personas representantes de Fundación Parque Tecnológico de la Salud y Fundación Caja Rural.
El fallo del XI Premio Ciencias de la Salud-Fundación Caja Rural de Granada se dará a conocer en el segundo trimestre de 2014 y se entregará en un acto solemne en el auditorio de Caja Rural de Granada.

TRAYECTORIA

A mediados de 2005, Fundación Caja Rural de Granada y Fundación Parque Tecnológico de la Salud de Granada crearon el PREMIO CIENCIAS DE LA SALUD-FUNDACIÓN CAJA RURAL DE GRANADA para destacar el tradicional peso en materia de Salud que siempre ha tenido Granada y por otro, dar a conocer el Parque. Desde un principio se sumaron a esta iniciativa la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía,  Universidad de Granada,  Colegio Oficial de Médicos de Granada y Colegio Oficial de Farmacéuticos de Granada. En estos momentos es un certamen consolidado de reconocido prestigio en el ámbito de la investigación biosanitaria a nivel internacional.
Desde su primera edición el Premio Salud ha constado de dos modalidades, Investigación y Divulgación. En las cuatro primeras convocatorias se dedicó a una temática distinta cada año, (Nutrición y Salud,  Envejecimiento y Calidad de Vida, Genómica y Cáncer, Salud Mental), pero a partir de la quinta se amplió a  las distintas líneas de investigación prioritarias en el Parque Tecnológico Ciencias de la Salud.

A lo largo de las diez ediciones celebradas han concurrido trabajos de una gran calidad, que están contribuyendo a la consecución de importantes avances en la detección y tratamientos para el cáncer y  enfermedades raras como la esclerodermia. Precisamente el premio de la séptima edición recayó en el investigador Javier Martín por sus trabajos sobre esclerodermia. En la sexta edición el catalán Manel Esteller del Instituto IDIBELL de Barcelona ganó el premio por sus investigaciones relacionadas con el síndrome de sobrecrecimiento infantil y su posible relación con la aparición de cáncer. En la octava edición el doctor Miguel Ángel del Pozo y su equipo obtenían el premio por el trabajo “Papel de la caveolina 1 en los procesos de metástasis y riesgos de muerte temprana. En la novena edición se hacían con este galardón los investigadores Oscar Marín y Beatriz Rico, del Instituto del Neurociencias de Alicante (centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y de la Universidad Miguel Hernández) por un estudio sobre las causas moleculares de la esquizofrenia.

En la pasada edición  el premio recaía en los investigadores del Instituto de parasitología y Biomediina López-Neyra, Mario Delegado y Elena González-Rey por el efecto de la cortistatina  en los sistemas inmunológicos, cardiovascular y nervioso.
En la modalidad de divulgación se han premiado entre otros, el programa de TVE Saber Vivir, Salud al Día de Canal Sur, El programa Con-ciencia de la cadena autonómica, el reportaje Frágil Camino de Cristal de la productora Trespasos Film, publicaciones de la periodista de El País Carmen Girona, el programa de Divulgación del Parque de las Ciencias dirigido por Miguel Guirao, una serie de reportajes sobre Salud de la periodista Inés Gallastegui publicados en Ideal,  el conjunto de reportajes a fondo sobre el PTS firmado por Susana Vallejo en Granada Hoy, la web Más que Ciencia y los reportajes de Ángeles Peñalver publicados en Ideal sobre Salud y el PTS. En la pasada edición el galardón  fue compartido ex aequo entre Zuberoa Marcos, por los programas de TV2 Tres 14 sobre las células madre, el cáncer y la fertilidad, y el equipo del Portal de Medicina Molecular de Fibao.
Más información en:

www.ptsgranada.com
Tríptico
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Aixa Portero reflexiona sobre la transformación del ser humano en la Sala Zaida


Fundación Caja Rural de Granada presenta en la Sala Zaida ‘El verso de Hipsípila’, la última obra de Aixa Portero que desde hoy y hasta el próximo 14 de febrero permanecerá abierta al público de lunes a sábado, de 18 a 21 horas.
La metamorfosis de la mariposa le sirve a Portero para hablar del concepto de transformación del ser humano ‘’La vida a veces es una suerte de obstáculos, de creencias culturales, que cuando se desmoronan la crisálida sale a flote y emerge desde aquello más sumergido para desplegar sus alas. Las realidades no deben estar metamorfoseadas, son las nuestras. La muda es constante en nuestro ser, sea para crecer o envejecer… El cuerpo muda su ser. El ser puede muda su yo. Y de su raíz brotan esas alas de transformación”, explica la artista.
‘El verso de Hipsípila’ nace de una eclosión de encuentros imperfectos, ‘’de raíces que brotan de crisálidas”. La mariposa, metáfora de esa transformación, está representada en la muestra a través de fotografías en blanco y negro impresas en papel kozo japonés, de cuadros escultura con delicados tules de novia que recrean el sutil movimiento de unas alas, alfileres, raíces naturales, pasta cerámica, hilo, pintura, un video y libros con poemas de la propia artista, “que se rescriben, reinventan y vuelan desde su raíz como mariposas en libertad”.
La exposición alude al mito de una heroína griega que salvó a su padre de la muerte cuando las mujeres de Lemnos decidieron asesinar a todos los hombres, porque les habían sido infieles. Hipsípila, como la mariposa, quiso reinventarse, tomando esa decisión. Rubén Darío rescató para su obra la leyenda de esta ninfa, símbolo del alma, que se liberó de sus ataduras, huyendo de una realidad adversa. Por eso, el verso del poeta “¡Oh quién fuera Hipsípila que dejó la crisálida!” está presente en la muestra como elemento sintetizador de todo el discurso expositivo.
Aixa Portero  (Málaga, 1975)

Artista formada en Artes plásticas ( Pintura y Escultura) en la Facultad de Bellas Artes de Granada, terminó sus estudios de licenciatura en el Sint Lukas Hoger Instituut de Bruselas (Bélgica) y continuó una amplia formación en el extranjero donde realizó un Tercer Ciclo de Perfeccionamiento en Investigación Plástica en L’Ecole Supérieure d’Art Visuel de Genève (ESAV), Ginebra (Suiza), posteriormente hizo un Programa de Postgrado de Piet Zwart Institute, Fine Art Programme de la Willem de Kooning Academy, Rotterdam (Holanda) y fue artista nvestigadora en la University of California de San Diego, en el Departamento de Visual Arts, (EEUU), en los que desarrolló una buena parte de su investigación que daría como fruto una tesis doctoral en 2006, con mención europea por la Universidad de Granada y una obra plástica en la que destaca casi una decena de exposiciones individuales y una treintena de colectivas  a nivel nacional e internacional. Ha expuesto en lugares como Bruselas, Ginebra, Rotterdam, San Diego, Los Ángeles o París. Granada es su ciudad de adopción y es donde más exposiciones individuales ha realizado, siendo esta la cuarta que realiza en esta ciudad.

Es además profesora de Bellas Artes de la Universidad de Granada, de la que fue elegida madrina de promoción el curso pasado y es miembro del Instituto de la Paz y los Conflictos de esta universidad. Su obra giró durante un tiempo sobre el concepto de Trans-Apariencia, donde investigaba qué hay más allá de la fragmentación y  la apariencia, desde una poética introspección   para luego centrarse en  torno a la caracterización de la violencia como concepto y emoción, insertados, manifestados y ejercidos en medio de las relaciones sociales; enfocados, también de forma fragmentada, bajo el prisma de la sublimación y la emoción. Aixa Portero a la hora de abordar sus propuestas genera la sencillez en cuanto a la materialización y visualización de las diferentes piezas. Suelen ser formas francas y arriesgadas, materializadas mediante el uso de nuevas formas expositivas y tecnológicas, donde esta artista suele combinar el arte objetual, la fotografía, la instalación, la pintura o las nuevas tecnologías.  Actualmente la propuesta que realiza vuelve a retomar  sus raíces, ahondando en la poesía, buscando su  siempre deseada Trans-Apariencia,.
El verso de Hipsípila, de Aixa Portero
La crisálida como reinvención, da alas
                                                                                             Fernando Francés

Una de las mejores lecciones que se pueden aprender en la vida, ésas que no vienen escritas en los libros de instrucciones de cómo ser mejor persona, más feliz o incluso cómo tener más éxito, una de esas cosas que sólo pueden aprenderse desde la experiencia personal y la sabiduría que otorga la madurez, tiene que ver con la capacidad de reinventarse. De ello ha hablado y escrito con maestría sin par, mi admirado amigo Mario Alonso Puig con un éxito inigualable. Reinventarse es una capacidad que el ser humano debe explorar desde su más profunda voluntad para superar las dificultades y las trampas que le esperan en cada esquina. Y se adquiere esa habilidad cuando se alcanzan estados superiores de conciencia, creatividad y control interior. Reinventarse supone aceptar situaciones, ser consciente de la realidad y tener la voluntad de cambiar las cosas y no caben excusas del tipo aún no estoy preparado o tal cosa es imposible para mi en tal o cual circunstancia. El ser humano posee más fuerza que cualquier otro ser sobre la tierra y la más poderosa de todas es la creatividad sumamente vinculada a la curiosidad. También en la naturaleza existen símiles, por no definirlos como especies, que mutan para alcanzar desde la madurez, la libertad.

La crisálida se podría definir como una suerte de sarcófago, de castillo protector, donde se refugia la oruga de la mariposa y se desarrolla la metamorfosis, como el escenario de una batalla donde se producen transformaciones que convierten a la oruga, un insecto miserable y depredador, en uno de los seres más bellos del planeta. Un proceso que transforma a la bestia en la bella. Dotándole de alas y dándole la libertad. Hay una gran similitud entre el proceso de metamorfosis y el de reinvención. En ambos se produce un cambio que permite la adaptación a nuevas circunstancias.
La vida está llena de momentos en los que tomar decisiones depende de la capacidad de reinventarse como la mariposa. Ésa fue una constante de Hipsípila a lo largo de toda su vida, desde el momento en el que salvó a su padre de la muerte, cuando las mujeres de Lemnos decidieron asesinar a todos los hombres cuando éstos les fueron infieles. La capacidad de superación, de sobrevivir, de evolucionar es una singularidad que nos hace libres pero que al tiempo genera miedo, perturbación y controversia como sucedió en el mismo entorno de Gregor Samsa después de su metamorfosis.
Hay circunstancias en la vida que requieren una encapsulación para superar un momento determinado crítico. Las incubadoras de los neonatos sirven como la crisálida para superar una situación delicada. Momentos que luego, a lo largo de la vida, la mente recuerda con intención curativa, activando mecanismos propios de la vacunación.

Y es después de romper la estructura de la crisálida cuando la libertad permite la belleza y cuando la creatividad abre nuevos horizontes basados en la poesía y el compromiso. Toda fractura deja huellas, cicatrices. Reinventar un poema insertando un verso, nuevo y ajeno, detrás de cada uno original es también una forma de transformación de la suerte echada que facilita el proceso de metamorfosis del artista. Éste se reinventa con el proceso creativo autobiográfico y el arte adquiere esa capacidad curativa a la que me refería anteriormente. Es también un proceso similar a la catarsis. La última obra de Aixa Portero es consecuencia de un maratón con obstáculos, de una batalla contra la adversidad. Quizá de ahí que sus poemas acumulen tanta intensidad que duelen, que sus crisálidas contenidas en estrechas cajas donde la obra se ve intencionadamente comprimida recuerden aquel momento del neonato con dificultades para sobrevivir, quizá sus libros abiertos aparenten transparencia aunque es su verdadera intención que el resto de las páginas no contengan palabra alguna o las letras se hayan caído como hojas de otoño.

El escenario global del arte actual nos ha acostumbrado a admirar al artista comprometido con los aspectos sociales, políticos y culturales, con los derechos humanos, con las enfermedades endémicas del mundo como la guerra, el sometimiento de la mujer, el hambre o la soledad. Pero cada día más, empiezo a valorar de la misma manera y echo en falta que no se generalice esta satisfacción, a los artistas que se comprometen con su propia vida. Que optan por la autobiografía en vez de la crónica, en su obra. Indudablemente el compromiso con uno mismo requiere una capacidad de madurez mucho más desarrollada porque la obra desnuda al artista, pone de manifiesto sus debilidades y superaciones, sus miedos. Pero al tiempo, el mero hecho de enfrentarse a ellos con simbologías que pueden suponer catarsis dolorosas como los alfileres de perla blanca y los forros blancos que recuerdan el tul de un traje de bodas, para construir las alas de mariposa de la libertad, dan fe de esa capacidad de síntesis de la tragedia.

Portero es de esas artistas que, deteniéndose en la parte femenina del pensamiento y la experiencia, escapan a la moda del feminismo. Es difícil, sin duda, que el artista cruce la cuerda del trapecio con el equilibrio que requiere una reflexión sincera sobre los procesos emocionales de la mujer sin caer en el tópico fácil y recurrente del feminismo tramposo del que Marina Abramović ha renegado en múltiples ocasiones. Para ello el proceso, un trabajo minucioso, en el que cada elemento está meditadamente estudiado y experimentado, donde cada material ha sido analíticamente sopesado, donde cada idea es la consecuencia de días de reflexión, actúa como la metamorfosis interior de la crisálida. Y en ese proceso también hay un cambio del modo de pensar, una evolución conceptual que reinventa a la artista y a la persona. Jacques Lacan ya habló de la capacidad del artista para constituir la obra al igual que  la obra constituye al artista. Portero se constituye con esta exposición, en la cual sus obras aparentemente sutiles y poéticas ocultan una carga de intensidad contenida y energía, igual que el espectador se reinventa, desde la lectura de sus objetos, fotografías y poemas, en una mariposa reflexiva y crítica, de alas fuertes.

Una exposición de Siro López denuncia la realidad de colectivos marginados

La Sala de exposiciones de Servicios Centrales de Caja Rural de Granada acoge hasta el 6 de febrero la muestra Arte y Solidaridad, de Siro López, una colección de obras elaboradas con objetos y materiales reciclados que narra las pequeñas historias de colectivos y comunidades marginadas.

Además del manifiesto valor artístico de las obras, cada una de ellas encierra una situación sobrecogedora que Siro López denuncia a través de su ingenio creativo. Una de las piezas más singulares es un bidón oxidado cortado por la mitad que una familia chabolista ató a la estructura de una cama para dormir encima. El artista dibujó sobre él a unos niños durmiendo en la calle. Con el tiempo la obra desaparecerá porque el óxido acabará destruyéndola. Siro López utiliza esa metáfora para denunciar una realidad que también debería desaparecer.


El catre desechado de un hospital que el artista encontró en uno de sus viajes  sirve de soporte a otras de las potentes piezas de esta exposición. En ella el autor ha dibujado a  carboncillo sobre el colchón un bebé enfermo e intubado. Una puerta, desde donde dos pequeños bolivianos interrogan con indiferencia al espectador, la caja de zapatos de un pequeño limpiabotas en la que Siro López ha dibujado los pies desnudos de su antiguo propietario o una bolsa de Mcdonalds desechada en un campamento gitano-rumano sobre la que aparece el rostro de una niña feliz a pesar de las condiciones infrahumanas donde vive, son otros de estos lienzos reciclados que López utiliza para concienciar acerca de la injusticia social que ha conocido en sus numerosos viajes por todo el mundo y que, asegura, le ha cambiado la vida.

La exposición organizada por Fundación Proyecto Don Bosco, con la colaboración de Fundación Caja Rural de Granada, será visitada hasta el 6 de febrero por miles de niños de centros escolares granadinos. Arte y Solidaridad, que permanecerá  abierta de lunes a sábado, de 10:30 a 12:30 horas y de 18:00 a 20:00, forma parte del programa de actividades organizado, en la sede central de Caja Rural, con motivo del bicentenario del nacimiento de San Juan Bosco, fundador de la Congregación Salesiana.

Fundación Caja Rural organiza un espectáculo sobre la historia del tango

Fundación Caja Rural de Granada ha organizado el espectáculo ‘Una Historia del Tango,una creación de Horacio Rebora, Director del Festival Internacional de Tango de Granada, de las Cumbres Mundiales del Tango y miembro de honor de la Academia del Tango de Argentina, que se ha celebrado en el auditorio de Caja Rural el 16 de enero.

El espectáculo muestra este género, declarado por la UNESCO en 2009 Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, en todas sus manifestaciones (danza, música y poesía) a través de la intervención de un narrador, Horacio Rébora, la voz y la guitarra de Osvaldo Jiménez y Carlos Andreoli, y una pareja de baile, Débora Godoy y Carlos Guevara.
El tango nació a finales del XIX en la región del Río de la Plata y ha evolucionado durante todo el siglo XX al influjo de las transformaciones que tuvo la ciudad moderna. Según Rébora, para refererirse al tango hay que hablar de la masiva inmigración que se produjo durante ese momento de gestación en la ciudad de Buenos Aires, donde llegó a haber más extranjeros que población autóctona, lo que generó una increíble confluencia de culturas. Otros factores que explican las variaciones del tango en la canción, en la danza o en su forma instrumental han sido la generalización del transporte colectivo pasajeros, el desplazamiento del peatón por el automóvil o incluso la proliferación de prostíbulos en Buenos Aires, en una época donde había más hombres que mujeres. Muchos de los movimientos del tango escénico tienen su origen en la forma de bailar de las prostitutas para seducir a los clientes, por ejemplo abrazándolos con la pierna para seducirlos. El concierto didáctico que podrá verse en Caja Rural pone el acento en esa evolución mediante una estructura que combina tangos, milongas o valses cantados e interpretados con guitarra o bailados con breves explicaciones del narrador ofreciendo algunas de las claves para la comprensión de un género urbano, por excelencia.

Con varios cambios de vestuario y diferentes estilos de baile y musical, se ilustran las épocas de tango, desde los conventillos, pasando por Gardel y Piazzolla hasta el tango más actual y se repasa los mestizajes culturales que lo han creado, así como su papel que tiene el mismo como género de cultura urbana en nuestros tiempos y en el pasado.
Al final del espectáculo, Horacio Rébora ha ofrecido algunas pinceladas de lo que será la 27 edición del Festival Internacional de Tango de Granada, el más antiguo de Europa, que se celebrará en nuestra ciudad del 10 al 15 de marzo de 2015 y que cuenta con la colaboración de Fundación Caja Rural de Granada.

Más de 300 niños cantan a la Navidad en el auditorio Falla

El concierto está organizado por Fundación Caja Rural de Granada y la OCG

Fundación Caja Rural de Granada ha firmado un convenio con la Orquesta Ciudad de Granada como patrocinador de la temporada 2014/2015. La ayuda prestada por la Entidad se ha destinado al concierto de villancicos populares ‘Adorar al niño’, celebrado el 21 de diciembre en el Auditorio Manuel de Falla. Caja Rural de Granada también cederá su salón de actos de manera gratuita durante esta temporada para la realización de los ensayos del Coro de la OCG.

Fundación Caja Rural es asidua colaboradora de la Orquesta Ciudad de Granada con la que ha compartido el patrocinio y organización de actividades como exposiciones, conciertos y la edición de un DVD conmemorativo de su 20 aniversario.

Concierto de voces blancas

Tras la excelente acogida que tuvo el año pasado la primera edición de este recital de villancicos populares, incluido en la programación de los conciertos familiares de la OCG, Fundación Caja Rural ha vuelto a prestar su apoyo a una actividad que pretende acercar la cultura y la música a nuevos públicos, en especial al infantil.

Más de 350 niños de 9 coros, procedentes de colegios y centros musicales de Granada y provincia, como los Escolapios, el CEIP Juan XXIII-La Chana, el Conservatorio Orfeo o la Schola Pueri Cantores de la Catedral de Granada, han actuado junto a la Orquesta, ante unas 2.000 personas durante las dos sesiones del concierto.

En el concierto, recomendado a mayores de 8 años, se han escuchado villancicos tradicionales de Estados Unidos, Israel, Italia, Alemania, Venezuela, Brasil, Bolivia, o México.

Su director, el suizo Lorenz Indermühle, es un especialista en este repertorio. Desde 2005 desarrolla y dirige los Conciertos de Navidad “SingMitUns” en los que participan más de siete mil alumnos de veinte cantones suizos.

Lorenz Indermühle realizó sus estudios musicales en las Escuelas Superiores de Música de Berna, Zúrich y Basilea, especializándose en violín, violín barroco, musicología, dirección de orquesta y canto. Actualmente es miembro de distintas orquestas sinfónicas y de cámara, entre ellas la Chamber Aartist Orchestra (CHAARTS).

Programa

  • Adorar al niño
    VILLANCICOS POPULARES DEL MUNDO
  • El pequeño tamborilero
    Estados Unidos, tradicional
  • Shalom javarím/Salam li Shab
    Israel/Palestina, tradicional
  • Dormi, dormi, bel Bambin
    Italia/Suiza, tradicional 
  • Le marche des Rois
    (de la suite “L’arlesienne”, de G. Bizet, 1838-1875)
  • Kling, Glöcklein, kling
    Alemania, tradicional
  • Da Pacem Domine
    Melchior Frank (1580-1639)
    arr. Raoul Baumann
  • Noi siamo I Tre Re
    Suiza (Ticino), tradicional
  • Adorar al niño
    Venezuela, tradicional
  • A la rururu
    México, tradicional 
  • Boas Festas
    Brasil, tradicional
  • Navidava puri nihua
    Bolivia, en aymara
  • Stille Nacht
    M. F. Gruber (1787-1863)


Coro infantil Elena Peinado y Coro SCAEM
Elena Peinado (dtora.), Granada

Coro de voces blancas “Escolapios Granada”
Pilar Martín (dtora.), Granada

Coro de voces blancas “El Fargal”
Sergio Merino (dtor.), Cenes de la Vega

Coro del CEIP “Isabel la Católica”
José Guillén (dtor.), La Zubia

Coro de voces blancas “Divino Maestro”
Alfonso Guzmán (dtor.), Granada

Coro del IES “Fernando de los Ríos”
Inmaculada Ramos (dtora.), Fuente Vaqueros

Coro del Conservatorio Orfeo de Granada
Mª José Fernández y Cristóbal Sanz (dtores.), Granada

Coro del Centro “Juan XXIII – Chana”
Rosa Plata (dtora.), Granada

Schola Pueri Cantores de la Catedral de Granada
Patricia Latorre (dtra.), Granada

Orquesta Ciudad de Granada
LORENZ INDERMÜLE director

Una exposición del Zaida rescata la figura del Maestro Alonso


‘Tradición y Modernidad en la Música. Francisco Alonso (1887-1948)’ es una exposición, comisariada por la profesora de la Universidad de Jaén Coral Morales, que invita a descubrir al Maestro Alonso, una figura fundamental en la vida artística del siglo XX. La muestra, abierta al público en la Sala Zaida del 18 de diciembre de 2014 al 9 de enero de 2015, reúne una selección de obras que nos adentran en un recorrido por su mundo más personal, la primera etapa compositiva en su ciudad natal, los grandes éxitos en Madrid, y su proyección en la actualidad.
No ha sido una casualidad la elección de la Sala Zaida de Caja Rural de Granada para dar cobijo a esta exposición sobre el maestro Alonso, que nació a finales del XIX en las inmediaciones del espacio cultural gestionado por Fundación Caja Rural de Granada. También en este entorno, en el desaparecido Teatro Cervantes, se estrenaron sus primeras zarzuelas. La Sala Zaida se convierte en esta exposición en un escenario cargado de simbolismo en el que rememorar su trayectoria vital y profesional, jalonada por más de 250 títulos.
Fundación Caja Rural de Granada siempre ha demostrado su compromiso con la Música como instrumento para educar, formar y crear una sociedad más ética, o, como en este caso, rescatar una historia reciente que ha condicionado nuestro presente cultural.


‘Los Nardos’, el ‘Pichi’, ‘Maitechu mía’…, las populares composiciones del maestro Alonso han sido tarareadas por generaciones de españoles y, a pesar de ello, este granadino ilustre continúa siendo un desconocido en su propia ciudad. Fundación Caja Rural se complace en poder colaborar en la recuperación para Granada de una de las figuras más influyentes del panorama musical del siglo XX, de un hombre que acercó la lírica a los estratos más populares de la sociedad.
El título de la exposición, ‘Tradición y Modernidad’ define a la perfección la labor creativa y musical del maestro Alonso. Sus melodías rebosan belleza, carácter y personalidad. Junto a grandes títulos como la Calesera, La Parranda, Curro de Lora, las Leandras y un sinfín de notables éxitos la exposición descubre obras menos conocidas pero también sublimes.


Las obras expuestas proceden de diferentes fondos, principalmente de la familia del maestro, pero la muestra también contiene material gráfico cedido por Fernando García Noguerol, Emilio García Carretero, manuscritos y ediciones musicales depositados en la SGAE, el ICCMU y el Centro de Documentación Musical de Andalucía. Se exhibe una maqueta del teatro Cervantes, una batuta original, el bastoncillo de la suerte de D. Francisco, presente en todos sus estrenos, ya que era una especie de amuleto para el maestro, tres discos de pizarra originales, la espada de su etapa de director de la Banda del Polvorín de El Fargue o el nombramiento de hijo predilecto de Granada, entre otras piezas y documentos.
La  exposición está organizada por la Joven Orquesta Sinfónica de Granada, en colaboración con el Centro de Documentación Musical, SGAE , Fundación Caja Rural, Ayuntamiento de Granada, Junta de Andalucía, empresas y coleccionistas privados.

La Sala Zaida muestra el legado de Rafael Puyana al Archivo Falla

Del 13 de noviembre al 13 de diciembre la Sala Zaida ha acogido la exposición ‘El clave bien temperado en Granada. Falla,Landowska y Puyana’, una de las actividades del programa de los XX Encuentros Manuel de Falla, organizados por el Archivo Manuel de Falla. Esta cita cultural en torno a la figura del compositor gaditano se celebra todos los años en noviembre, coincidiendo con la conmemoración del nacimiento y muerte del músico. Manuel de Falla nació en Cádiz el 23 de noviembre de 1876 y murió en Argentina, el 14 de noviembre de 1946.

Fundación Caja Rural colabora desde hace siete años en el desarrollo de estos encuentros, a través del montaje de exposiciones en la Sala Zaida sobre la vida y obra del músico. A lo largo de estos años han podido verse en el espacio de Caja Rural partituras, objetos personales, cartas, libros, así como trabajos de sus coetáneos. Es el caso de Lorca, Zuloaga, Manuel Ángeles Ortiz o Hermenegildo Lanz… que mantuvieron una relación de amistad con el músico y una colaboración artística en torno a sus obras. Las exposiciones también han contado, habitualmente, con la aportación de algún artista contemporáneo que, como Soledad Sevilla, ha interpretado la producción del autor de ‘El amor brujo’.
En la muestra de este año, Falla comparte protagonismo con la clavecinista y pianista polaca, Wanda Landowska, y con su discípulo, el músico colombiano Rafael Puyana (1931-2013), que ha legado a la Fundación Archivo Manuel de Falla su valiosa biblioteca y archivo documental, así como varios instrumentos musicales coleccionados a lo largo de su carrera. Parte de este patrimonio que abarca desde una ingente colección de partituras, discos, libros y fotografías, hasta grabados e instrumentos antiguos, como un salterio, un clavicordio, obras hispanoamericanas del siglo XVIII e, incluso, una exquisita colección de tejidos ceremoniales, adquiridos en subastas internacionales, pueden verse hasta el 13 de diciembre en la Sala Zaida.
Esta importante donación, además de completar las ricas colecciones artísticas que el Archivo ya poseía, refuerza la idea de Granada como foco imprescindible para el estudio musicológico del siglo XX.
Rafael Puyana ha querido reconocer así el trabajo constante del Archivo por consolidad en nuestra ciudad un sólido entramado cultural en torno a la obra del gaditano.
La exhibición pública del legado Puyana ha servido como excusa al comisario de la exposición, José Vallejo, para resaltar la labor de Falla, Landowska y el artista colombiano en Granada en torno a la recuperación de la música antigua, sus sonidos y formas de interpretación, uno de los episodios más destacados de la creación musical del pasado siglo. En ese afán investigador, Falla entró en contacto con Wanda Landowska, una afamada clavicenista que lo aconsejó sobre las dificultades técnicas del clave, instrumento que introdujo en algunas de sus composiciones. La conoció en París en 1910 y con ella labró una sólida amistad. Consiguió que visitara Granada en 1922 para dar dos conciertos en el hotel Alhambra Palace y para ella Falla compuso en 1926 una de las obras más importantes del siglo XX, el Concerto para clave y cinco instrumentos, que la propia Landowska estrenó en Barcelona y Nueva York. Años más tarde, un joven Rafael Puyana entraba en escena. A comienzos de los cincuenta el músico colombiano conoce a Wanda Landowska y se convierte en su heredero interpretativo. A partir de ese momento se refuerza la vinculación de Puyana con Falla y Granada, a través de los Cursos Manuel de Falla, de los que ha sido profesor, y el Festival Internacional de Música y Danza, al que acude como solista en 1933.
La muestra cuenta con la colaboración del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte-INAEM, la Asociación Amigos de la OCG y Fundación Caja Rural de Granada.

Fundación Caja Rural une en una exposición arte y fotografía

La sala de exposiciones de Servicios Centrales de Caja Rural ha acogido desde el 6 al 29 de noviembre la muestra La Liturgia del Olvido, un proyecto, netamente granadino, fruto de la colaboración entre el poeta Pedro Enríquez y el fotógrafo José María Márquez, director del colectivo ComPhoto – Club y Escuela.
La Liturgia del Olvido es un libro de Pedro Enríquez en el que se han inspirado José María Márquez, los miembros de su club fotográfico y destacados alumnos de su escuela, para crear una colección de fotografías de carácter conceptual. El resultado es una cuidada selección de 41 imágenes que, como explica el poeta, “enriquecen y complementan” el contenido emocional de sus versos. A su vez, los artistas gráficos han descubierto en esta investigación artística “un sugerente paisaje poético repleto de imágenes que brotan de su lectura”.
El título del libro hace referencia al tránsito vital cómo una sucesión de experiencias, reflexiones, sueños y miedos que el tiempo transmuta en recuerdos, y finalmente en olvido.
El olvido, desde esta perspectiva, se manifiesta así como “el todopoderoso e impasible oficiante de una liturgia que deviene toda realidad vivida en ese estado paralelo a la no existencia”, explica Enríquez.
Ambos lenguajes, palabra e imagen, se revelan enteramente permeables, comunicándose con gran fluidez. La poesía que se sirve del color y la textura, elementos propios del lenguaje visual, genera una fotografía de contenido emotivo, una imagen poética.

El proyecto ha estado tutelado por Pedro Enríquez y José María Márquez, reconocido fotógrafo granadino, nominado en cuatro ocasiones a los Premios Goyas. Márquez, que es además profesor de fotografía y ponente en eventos profesionales, cuenta en su extenso curriculum con varios reconocimientos como el Premio a la ‘Calidad Fotográfica, concedido por la Federación española de profesionales de la Fotografía e Imagen a aquellos fotógrafos y cuyas obras han sido seleccionadas para la ‘Colección de Honor’ durante 3 años consecutivos o 5 alternos.

Por su parte, Pedro Enríquez es un miembro activo de la vida cultural granadina y un conoció poeta, narrador y editor, que desde hace años ocupa la silla Z en la Academia de Buenas Letras de Granada. De su obra se han publicado 18 títulos entre libros y poemarios. Algunos de sus poemas han sido traducidos al francés, hebreo, árabe, inglés, italiano, portugués, turco, ruso, quechua, catalán y japonés. Además, ha sido invitado a participar en lecturas y eventos internacionales de poesía en países como Argentina, Perú, Colombia, México, Estados Unidos, Nicaragua, Francia, Portugal, Puerto Rico, Marruecos, Turquía y Túnez.

La exposición ‘Liturgia del olvido’ estuvo amenizada por un recital de flauta turca, del músico Hamza Castro, y una lectura poética, a cargo del propio Enríquez.

Liturgia del olvido
Poesía y fotografía
Club de fotografía ComPhoto
Imágenes inspiradas en los poemas de Pedro Enríquez
Del 6 al 29 de noviembre
De lunes a sábado, de 19 a 21 horas

Garciarias muestra los colores de la Alpujarra en la Sala Zaida

Pedro Garciarias vuelve a la Sala Zaida, de Fundación Caja Rural, con una exposición sobre la Alpujarra. ‘Yegen, el color del alba, 1984-2014’ es el resultado de una cuidada selección de las pinturas y dibujos que Garciarias ha dedicado al paisaje alpujarreño durante los últimos 30 años. Su título evoca la experiencia del pintor durante muchos veranos levantándose para ver salir el sol en su taller alpujarreño, donde el artista se refugia desde el año 78 en busca de inspiración. “El color del alba no es una experiencia interior. Ver el alba no es mirar al sol sino captar la evolución del color y sus formas”, afirma.

‘Yegen, el color del alba’ está dedicada al galerista granadino Francisco Morales que en octubre de 1984 celebró el cuarto aniversario de su Galería Laguada y el taller de serigrafía Mácula con la exposición, ‘Alpujarra, Abril’, de Garciarias. En la sala Zaida aparecerán trabajos de aquellos años.
La obra reciente concluye el recorrido, focalizado en dos puntos: el espacio como lugar del pensamiento simbólico y los isomorfismos del trazo a color. También dos obras marcan la trayectoria por las treinta y cinco pinturas de la selección: ‘La noche transfigurada’, acuarela de 1992/93, y la tela que cierra la colección, de 2013: «Desde estas altas rocas innombrables pudiera verse el mar», título que toma de uno de los poemas del granadino Pablo del Águila.

Los cuadros de Garciarias recrean un paisaje sin argumento. El artista ha querido representar su esencia, para ello los ha desprovisto de elementos que puedan distraer al espectador. Tan sólo unas pequeñas alusiones a las casas alpujarreñas en apenas unas obras.
El autor es fiel a su paleta de colores, azules, malvas, verdes, blancos, la gama de tierras y unos intensos amarillos anarajandos que describen la calidez del paisaje otoñal.
El perfil constante de las creaciones alpujarreñas de Garciarias es el de la Sierra de Gádor. De ella parte y a ella vuelve una y otra vez en sus paisajes sin argumentos. En estos 30 años la obra del artista, cubano de nacimiento y granadino de adopción, ha experimentado cambios. La materia se ha vuelto más densa, la pintura se ha solidificado en capas que quedan contenidas en el contorno de las siluetas.
La exposición se completa con dos vitrinas donde se exponen objetos, haikus y libros de autor relacionados con la temática de esta colección.
‘Yegen… ha podido verse del 15 de octubre al 8 de noviembre, de lunes a sábado, de 18:00 a 21:00 horas. El día 24 de octubre, Fundación Caja Rural se sumó a la programación de la Noche en blanco, dejando abierta la sala al público hasta las 24:00 horas.

Taller para niños

Como actividad paralela a esta exposición, Fundación Caja Rural ha organizado un taller de plástica para niños que el propio Garciarias impartió el 25 de octubre en la Sala Zaida y en el que participaron más de una veintena de niños de entre 6 y 11 años.

Tras los consejos y explicaciones del pintor, cada uno de los pequeños escogió uno de los cuadros expuestos en la sala para interpretarlo en papel. Los dibujos de estas jovencísimas promesas permanecieron durante varios días visibles al público al lado de los originales del artista.

‘Yegen, el color del alba’
1984-2014
Dedicada al galerista granadino Francisco Morales
Sala Zaida
Fundación Caja Rural de Granada
Del 15 de octubre al 8 de noviembre
De lunes a sábado, de 18:00 a 21:00

Manuel Bru expone sus dibujos “inacabados” en la Galería de Caja Rural

La sala de exposiciones de Servicios Centrales de Caja Rural muestra del 9 al 31 de octubre la obra de Manuel Bru Serrano. El artista ilicitano que ha cursado sus estudios de Bellas Artes en la Universidad de Granada, donde actualmente es doctorando y becario FPU del Departamento de Dibujo, expone por primera vez el trabajo realizado durante su tesis doctoral, un proyecto en torno a la idea del final en el proceso creativo. «El cuento de nunca acabar», título de la muestra, alude a la problemática existente entre el artista y su obra, fundamentada en la toma de decisiones surgidas durante la creación.

La exposición consta de más de cuarenta obras de diferentes técnicas y formatos en las que el pájaro se convierte en protagonista absoluto.
En la planta baja de la sala se exhiben sus dibujos inacabados, una serie donde el autor ha interrumpido el proceso creativo en el «punto crítico», en el momento en el que el dibujo se debate entre las pocas decisiones que permitirían concluirlo. «Están detenidos a falta de unos toques finales», afirma. En esta serie Bru también juega al contraste al enmarcar la mayoría de sus trabajados inacabados.
La segunda planta concentra otras dos series, donde reflexiona sobre la continuación del dibujo. En la primera, Manuel Bru pone en duda la decisión final de dar por concluida una obra. Para ello ha realizado 10 fotocopias de un dibujo y sobre cada una de ellas ha creado una propuesta diferente. En la segunda, el artista ha partido de un mismo soporte, la imagen de un pájaro, sobre el que ha seguido trabajando en sucesivas fases. Bru documenta ese proceso y presenta el resultado final del estudio. «En este caso, al no ser una fotocopia, entran en juego factores como la posibilidad de que se mezclen distintas técnicas o el miedo a perder una obra ante su continuación sobre el mismo original».

La última serie gira en torno a los vasos canópeos, unos recipientes decorados con cabezas de divinidades que fueron utilizados en el Antiguo Egipto para depositar las distintas vísceras de los difuntos. Partiendo de ese concepto, Bru ha combinado en estos dibujos las formas de los pájaros y las vasijas.

La exposición se completa con una vitrina que recoge varios cuadernos de apuntes del autor y algunos libros de artista.
Manuel Bru comenzó a gestar en su mente el lenguaje artístico, que identifica sus últimas creaciones, en Venecia, donde residió mientras disfrutaba de una beca Erasmus. «En la Facultad había hecho mucho retrato, apunta, y empecé a interesarme por la abstracción, pero, a medida que me sumergía en ella, iba encontrando también figuración en la propia abstracción. Yo siempre pongo el ejemplo de las nubes. Cuando las miramos, detenidamente, al final encontramos formas reconocibles». Un viaje que camina entre una abstracción perseguida y una figuración encontrada; entre lo que «pudo ser» y lo que «podría llegar a ser». También en esta ciudad se inició su interés por los pájaros, motivo principal de sus obras. «En Venecia te fijas en unas cosas en las que no reparas en otros lugares. Allí hay muchas aves. Me gustan esos animales, su diversidad de formas y colores. Son seres muy sutiles y me atrae el efecto sorpresa del vuelo».
 ‘El cuento de nunca acabar’Sala de exposiciones de Caja Rural de GranadaDel 9 al 31 de octubreDe lunes a sábado, de 19 a 21 horas