
La Sala Zaida abre sus puertas a Manuel Ángeles Ortiz
La muestra destaca la intensa relación de amistad entre Falla y este pintor, escenógrafo y ceramista de la Generación del 27
Como cada mes de noviembre, la Sala Zaida, de Fundación Caja Rural Granada, acerca la vida de Falla y sus contemporáneos al visitante granadino. Este año, la muestra incluida en los XXI Encuentros Manuel de Falla, ha girado en torno a la figura de Manuel Ángeles Ortiz, uno de los más prolijos artistas de la Generación del 27 que estableció una estrecha relación de amistad y colaboración profesional con el músico gaditano.
José Vallejo ha sido el encargado de comisariar esta exposición, organizada por el Archivo Manuel de Falla con la colaboración de la Asociación de Amigos de la OCG y el patrocinio de Fundación Caja Rural Granada, que tras el cierre decretado días después de su inauguración por las autoridades sanitarias ha reabierto sus puertas al público desde el 14 de diciembre hasta el 9 de enero de 2021.
El título de la muestra “El solo sabe pintar”. Manuel Ángeles Ortiz y Manuel de Falla hace referencia al punto de partida del intenso vínculo emocional y laboral que se estableció entre ambos artistas. Cuenta la historia que en 1919 o 1920 Lorca se acercó al autor de El Amor Brujo y le dijo: “Don Manuel, yo soy Federico García Lorca y este es mi amigo Manuel Ángeles Ortiz. Yo escribo versos y toco el piano, él sólo sabe pintar”.
Según Vallejo, “esta sorpresiva y maravillosa presentación dio lugar a una de las amistades más sinceras y productivas, especialmente importante para quien solamente sabía pintar, pues gracias a la mediación de Falla, Manuel Ángeles sobrellevó su precoz viudedad, consiguió viajar a París, conocer a Picasso y trazar toda una carrera internacional como artista, permaneciendo indeleble, hasta su muerte, el cariño hacia el compositor”
A través de más de un centenar de obras, entre ellas dibujos, bocetos, lienzos, fotografías y documentación, procedentes de colecciones públicas y privadas, se narra la gran relación de amistad, colaboración y admiración mutua.
Destacan los retratos de su mujer Paquita Alarcón, los dibujos, óleos y platos con representaciones de aves, la serie Misteriosa Alhambra y otras piezas como las resultantes de la colaboración entre Manuel Ángeles Ortiz y Picasso para el diseño de las escenografías y figurines de las representaciones de El retablo de Maese Pedro, de Falla, en París, Ámsterdam y Sevilla. La muestra recoge la carpeta, nunca antes expuesta, que el genio malagueño realizó para esta producción. También se exponen los nueve figurines para la ópera de marionetas Genoveva de Brabante de Erik Satie y unas marionetas griegas, cedidas por la familia de Ortiz al Archivo Falla, que sirvieron como modelo a la hora de crear el movimiento de los títeres usados en El retablo.
Vínculos artísticos
Manuel Ángeles Ortiz (1895-1984)nació en Jaén, aunque a los tres años se trasladó a Granada donde desarrolló buena parte de su faceta artística, formándose con pintores como José Larrocha, José María Rodríguez-Acosta y López Mezquita, y forjó algunas de las amistades que marcarían su devenir intelectual como la de Ismael González de la Serna, los hermanos Lorca, Melchor Fernández Almagro, Juan José Santa Cruz, Constantino Ruiz Carnero, Antonio Gallego Burín, Manuel Fernández Montesinos, Hermegildo Lanz, Ángel Barrios o el propio Manuel de Falla.
Tras residir en Madrid durante algunos años, viajó a París en 1922, donde se estableció durante una década y contacta con Pablo Picasso que se convierte en su mentor. Vivió exiliado en Buenos Aires desde 1939 hasta 1948, año en que se instaló definitivamente en la capital gala.